Salud General

¿Puede la pornografía causar disfunción sexual?

Puntos a tener en cuenta
  • Cada vez más personas ven pornografía y los investigadores debaten sobre su impacto en la disfunción sexual
  • Las pruebas aún no han establecido si la pornografía afecta o no a la disfunción sexual, aunque el impacto potencial probablemente dependa del tipo de relación con la pornografía
  • El consumo problemático de pornografía se asocia a diversos indicadores de disfunción sexual, como una mayor angustia, expectativas sexuales poco realistas y períodos refractarios más largos
  • Si le preocupa su consumo de pornografía, es importante que acuda a su profesional de la salud para recibir ayuda especializada

El consumo de pornografía aumenta

El consumo de pornografía va en aumento y sigue siendo un tema controvertido. Según las estimaciones, alrededor del 91,5% de los hombres y el 60,2% de las mujeres consumen material pornográfico en algún momento.1 Los posibles efectos adversos del consumo habitual de pornografía son objeto de acalorados debates y algunos profesionales y organizaciones médicas desaconsejan su consumo.

Uso de pornografía y disfunción sexual: Una revisión de la evidencia

El impacto del consumo de pornografía en la salud sexual es una preocupación creciente, en particular su posible relación con la disfunción sexual. Aunque faltan investigaciones de alta calidad, pequeños estudios e informes anecdóticos en hombres sugieren una posible relación entre el consumo excesivo de pornografía y la disfunción sexual.2,3  

Es posible que se haya observado un aumento paralelo del consumo de pornografía y de los problemas de salud sexual, como la disfunción eréctil, la escasa satisfacción y deseo sexual y la eyaculación retardada.4 Estas observaciones han llevado a muchas personas a sugerir que la pornografía puede ser la culpable. Sin embargo, es importante destacar el aumento paralelo de otros factores de riesgo de disfunción sexual, como los problemas de salud mental, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.5  

La relación con la pornografía podría ser clave

La investigación sobre los efectos del consumo de pornografía en la disfunción sexual ha intentado controlar los factores de riesgo establecidos. Sin embargo, todavía no hay consenso científico, ya que algunos estudios informan de un impacto negativo en la disfunción eréctil, la satisfacción sexual y la excitación, mientras que otros informan lo contrario.2,6,7  

Si bien es cierto que los hombres que consumen pornografía suelen manifestar una menor satisfacción con su vida sexual, el conjunto actual de investigaciones de baja calidad no puede responder por qué ocurre esto.8 Esta asociación podría explicarse porque la pornografía en sí provoca una menor satisfacción sexual, pero también podría explicarse porque las personas con menor satisfacción sexual son más propensas a consumir pornografía. O una combinación de ambas.

Resultados contradictorios de investigaciones a largo plazo

El primer estudio observacional a largo plazo realizado en más de 1.000 adolescentes holandeses reveló que el consumo de pornografía reducía de forma sistemática la satisfacción sexual, aunque una baja satisfacción sexual también conducía a un mayor consumo de pornografía.9 La incoherencia de los resultados puso de manifiesto la necesidad de investigar los efectos independientes del consumo de pornografía en la salud sexual.  

Los investigadores plantearon entonces la hipótesis de que los estudios más antiguos pasaban por alto un factor importante: la naturaleza de la relación del individuo con la pornografía. Por ejemplo, si las personas sienten o no que la pornografía domina sus pensamientos y comportamientos. Este concepto es análogo al de otras actividades como el consumo de alcohol o los videojuegos. El impacto del alcohol en la salud mental es muy diferente en quienes son adictos que en quienes lo consumen con moderación. Por lo tanto, es importante separar correctamente los datos globales de pornografía entre los que son adictos al porno o tienen una relación problemática y los que sienten que controlan su consumo de pornografía.  

Consumo problemático de pornografía frente al consumo frecuente de pornografía

El consumo problemático de pornografía (CPP) se refiere a las personas que tienen una relación malsana con la pornografía. La pornografía domina sus pensamientos, sentimientos y comportamientos, y puede afectar significativamente sus vidas. Estos individuos pueden recurrir a la pornografía para controlar el estrés o las emociones negativas y son más propensos a consumir material pornográfico más extremo.2  Una condición similar, pero distinta es el consumo frecuente de pornografía (CFP), en el que los individuos se relacionan frecuentemente con la pornografía, pero no la utilizan para controlar o responder a emociones y no sienten que se entromete en sus vidas.2

Comparando CFP vs. CPP, ¿cómo afecta esto a los resultados?

En un estudio que comprendía tres muestras distintas de hombres que completaron cuestionarios sobre sus hábitos pornográficos y su función sexual, los que padecían CPP eran más propensos a la disfunción eréctil. Sin embargo, una de las muestras era una colección de hombres a los que se hizo un seguimiento durante un año. No se encontró ninguna correlación fuerte cuando los investigadores aplicaron un método estadístico para controlar el estilo de vida y las variables dependientes del tiempo (dieta, ejercicio, condiciones de salud).10  En contraste con estos resultados, varias encuestas que examinan la naturaleza de la relación con la pornografía han informado sobre asociaciones positivas entre el consumo problemático de pornografía y la disfunción sexual, como la baja excitación y la disfunción eréctil.2,11  

El quid de la cuestión radica en la falta de estudios de intervención de alta calidad o de estudios observacionales a largo plazo. Esta investigación ayudaría a mejorar nuestra comprensión mediante la evaluación de:  

  • Cambios en la función sexual tras el tratamiento o la resolución del CPP.  
  • Las asociaciones a largo plazo entre el CPP y la función sexual, teniendo en cuenta la gravedad del CPP, una nueva aparición del CPP y el papel de las variables dependientes del estilo de vida.

¿Cómo puede causar disfunción sexual el consumo problemático de pornografía?    

Se han discutido múltiples teorías para explicar por qué el consumo excesivo o problemático de pornografía puede causar disfunción sexual. Una posible explicación es que las personas que recurren al CPP pueden masturbarse más y darse más atracones de pornografía, lo que aumenta la probabilidad de que se produzca un período refractario en el que el usuario necesite más tiempo para volver a excitarse sexualmente después de un orgasmo. Esto puede, con el tiempo, provocar más problemas sexuales, como una bajo deseo sexual y problemas para mantener la erección.10  

Otra posible explicación es que la pornografía no refleja fielmente las actividades y experiencias sexuales de la vida real. En consecuencia, algunos hombres pueden considerar que las relaciones sexuales con su pareja son menos estimulantes que la pornografía que ven en Internet. En apoyo de esta teoría está la investigación que demuestra que la pornografía puede alterar las estructuras cerebrales de excitación, afectando aún más a las respuestas sexuales.2

¿Podrían confundirse la pornografía y la disfunción sexual por asociación?

Es posible que se confunda la asociación entre pornografía y disfunción sexual, lo que significa que una conducta o característica vinculada con el CPP podría ser la verdadera causa de la disfunción sexual, en lugar de la pornografía en sí. Un estudio descubrió que entre los hombres que buscaban tratamiento para conductas sexuales compulsivas, el CPP se asociaba positivamente con la ansiedad sexual y negativamente con la satisfacción sexual. Curiosamente, sin embargo, el consumo compulsivo de pornografía se relacionaba con menos problemas de funcionamiento sexual que los individuos con perfiles no compulsivos significativamente angustiados.12 El estrés y la regulación emocional se señalan sistemáticamente como factores que intervienen en el CPP y podrían ser la causa principal de la disfunción sexual, más que el propio CPP. Si esto es cierto, entonces una persona con altos niveles de estrés puede ser más propensa a involucrarse en el CPP, aumentando el riesgo de problemas de funcionamiento sexual y más estrés.  

¿Sospecha de CPP en su paciente?    

Al abordar el CPP, es crucial tener en cuenta las posibles causas y las características individuales del usuario. Algunas personas pueden mostrar distintos niveles de comportamientos como hipersexualidad, susceptibilidad al aburrimiento, autoestima, incomodidad con la pornografía y satisfacción de necesidades psicológicas básicas. Si se encuentra con un posible paciente de CPP, es esencial indagar sobre su relación con la pornografía y no sólo sobre la frecuencia de consumo. Esta última no es un indicador fiable del CPP, ya que las investigaciones sugieren que el número de personas con un consumo no problemático y muy frecuente es de tres a seis veces mayor que el de las personas con un consumo problemático y muy frecuente.12

Tengo una relación poco saludable con la pornografía, ¿qué puedo hacer?  

El tratamiento de una relación poco sana con la pornografía requiere un enfoque personalizado que depende de la evaluación de su estado por parte de su profesional de la salud. Algunos tratamientos habituales son:

  • Psicoterapia
  • Terapia cognitivo-conductual (TCC) y asesoramiento
  • Grupos de apoyo
  • Medicamentos como la paroxetina
  • Enfoques holísticos (estilo de vida, ejercicio, nutrición)

Si tiene problemas relacionados con el consumo de pornografía, es fundamental que pida ayuda a un profesional de la salud para recibir el mejor tratamiento posible. No dude en hablar con un profesional de la salud de confianza que le ofrezca orientación y apoyo para ayudarle a abordar el consumo problemático de pornografía y mejorar su bienestar general.

Referencias

  1. Solano I, et al. J Sex Res 2020;57(1):92–103.  
  2. Bőthe B, et al. Add Behav 2021;112:106603.
  3. The guardian. Is porn making young men impotent? Last accessed: April 2023.  
  4. Johannes CB, et al. J Urol 2000;163(2):460–3.
  5. Milbank Q, et al. Milbank Quarterly 2008;86(2):273–326.
  6. Carvalheira, et al. J Sex Marital Ther 2015;41(6):626–35.
  7. Landripet I, Stulhofer A. J Sex Med 2015;12(5):1136–1139.
  8. Dwulit AD, Ryzmski P. J Clin Med 2019;8(7):914.
  9. Doornwaard SM, et al. Pediatrics 2014;134(6):1103–10.
  10. Grubbs JB, Gola M. J Sex Med 2019;16(1):111–125.  
  11. Wery A, Billieux J. Comp in Hum Behav 2016;56:257–266.
  12. Vallancourt-Morel MP, et al. J Sex Med 2017;14(1):78–85.
  13. Bőthe B, et al. J Sex Med 2020;17(4):793–811.

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